El día 1 de agosto se celebra el día mundial de la alegría, con la intención de promover la paz y bienestar. Y al respecto me gustaría que reflexionemos un poco sobre como la alegría debería ser nuestro medio para lograr el bienestar, renunciando así a la falsa idea de que existe una felicidad absoluta e idílica que perseguir.
¿Qué Es La Alegría?
La palabra alegría proviene del latín alicer o alecris que significa “vivo y animado.” Así que cuando experimentamos alegría, podemos decir que estamos viviendo una emoción que nos hacer sentir felices y se manifiesta por medio de la sonrisa o expresión facial.
Sentir alegría es vivir una emoción de carácter agradable, lo que nos lleva sentirnos bien y pasar un buen rato. Provoca en nuestro interior bienestar y nos hace sentir plenos, es por esto que nos gusta tanto el sentirla.
El Estrés De La Alegría.
Cuando somos conscientes de que la felicidad es algo que deseamos, en ocasiones nos estresamos mucho juzgándonos que tan alegres somos, y esto nos genera más daño que bienestar.
No podemos ser felices siempre, y en el momento que entendamos la vida como un ciclo en la cual existen crisis y situaciones que no nos generan placer ni felicidad, mas entenderemos también que si vemos la vida con buen humor e intentamos disfrutar cada momento placentero, podremos aprender a gestionar nuestro bienestar emocional.
No se trata de siempre estar riendo, si no de disfrutarlo cuando sea el momento.
La Alegría Como Valor
Existe la idea de que podemos fomentar la alegría como un valor, es decir promover en nuestra vida momentos de felicidad y placer que nos permitan sentir bien.
Y esto es posible si fomentamos hábitos en favor de la alegría interior. Ahora te comentare algunos que puedes probar para ver si te sirven para sentir más bienestar en tu vida.
- Autocuidado
Si quieres sentirte alegre es muy importante aprender a cuidar de ti, entender tus necesidades emocionales y suplirlas de la forma adecuada, cuando dejamos que todos los demás ocupen el primer lugar siempre, es natural tener sentimientos de desánimo, derivados de la falta de atención personal que nos estamos dando, recuerda siempre cuidar de ti.
- Espacio Personal
Parte del autocuidado es también el dedicar espacio para actividades de relajación y esparcimiento personal, sal a nadar, caminar, cualquier tipo de actividad física te servirá para liberar endorfinas y te generara emociones positivas.
- Dedicar tiempo a quienes amas.
Convivir con las personas que amamos es un generador de bienestar natural, no solo se es feliz al poder convivir con ellos, sino que también cuando vemos a los demás ser felices esto nos genera emociones positivas. Ahora con la contingencia no es fácil convivir, pero prueba por medios electrónicos, el punto es no perder el contacto, y vivir esos momentos que te hagan feliz.
- Se Generoso
Cuando eres amable con otros, eso promueve la alegría de ellos y tuya también, el sonreír a los demás y ser considerado es una de las mejores fórmulas para sentirnos bien con nosotros mismos así promover la alegría interior.
La Alegría Se Contagia
La mejor parte de disfrutar de la alegría en tu vida es que esta es una emoción contagiosa, y cuando otros conviven contigo también la disfrutan, al igual que si tú te sientes desanimado pero convives con alguien que es genuinamente feliz, se te contagiara.
Se Alegre Pero No Siempre
Si dejas de juzgarte por no ser absolutamente feliz por todo lo que tienes en tu vida, en automático te estarás dando permiso de si serlo por lo que realmente valoras, si existen aspectos que no disfrutas puedas cambiarlos, es mucho mejor que intentar vivir en una falsa alegría.
Cuando aprendemos a fomentar emociones positivas en nuestra mente, nos estamos promoviendo el bienestar, y esta es la clave, no ser feliz de forma absoluta siempre, si no realmente valorar cuando si lo somos y aprender a cuidar de nuestros estados emocionales.
No te engañes pensando en que la felicidad será algo que encontraras a futuro, mejor fomenta en tu vida los momentos de alegría, que te permitan sentir que vale la pena que día vivido.