El síndrome de Burnout o de Agotamiento Laboral si bien no es una enfermedad en si, consta de  un estado de agotamiento mental, emocional y físico que se presenta como resultado de exigencias agobiantes, estrés crónico o insatisfacción laboral. Y es el detonante de problemas físicos y mentales más graves.

 El agotamiento laboral es un tipo especial de estrés relacionado con el trabajo, un estado de agotamiento físico o emocional que también implica una ausencia de la sensación de logro y pérdida de la identidad personal.

La definición más aceptada es la de C. Maslach, que lo describe como una forma inadecuada de afrontar el estrés crónico, cuyos rasgos principales son el agotamiento emocional, la despersonalización y la disminución del desempeño personal. P. Gil-Monte lo define como: «una respuesta al estrés laboral crónico integrado por actitudes y sentimientos negativos hacia las personas con las que se trabaja y hacia el propio rol profesional, así como por la vivencia de encontrarse agotado». Nótese que ambas definiciones coinciden en apuntar que es una inadecuada respuesta al estrés crónico el detonante de este padecimiento

Síntomas

Los síntomas pueden ser variados e impactar en diferentes factores de la vida del individuo. Los mentales pueden ser cambios en el estado de ánimo, desmotivación, agotamiento mental, sensibilidad a la crítica, etc.

Y las manifestaciones físicas pueden ser falta de energía y menor rendimiento, afecciones del sistema locomotor, dolor y rigidez muscular, problemas gastrointestinales, problemas cardiovasculares, alteraciones en la piel, dolores de cabeza, mareos, alteraciones del apetito sexual y obesidad.

Causas o factores de riesgo a sufrir agotamiento laboral.

El agotamiento laboral puede ser el resultado de varios factores, entre ellos:

La falta de control. Ya que se tiene la imposibilidad de influir en las decisiones que afectan a tu trabajo, como tu horario, tus tareas o tu carga de trabajo, puede ocasionar agotamiento laboral.

La falta de los recursos que necesitas para hacer tu trabajo, puede resultar frustrante por lo cual también es un factor de riesgo.

Expectativas laborales poco claras. Si no tienes claro el grado de autoridad que tienes o lo que tu supervisor u otras personas esperan de ti, es probable que no te sientas cómodo en el trabajo.

Dinámica disfuncional en el lugar de trabajo. Tal vez hay alguien en tu oficina que te acosa o acosa a tus compañeros, o te sientes desautorizado por tus colegas o tu jefe interfiere innecesariamente en tu trabajo. Esto puede contribuir al estrés laboral.

Extremos de actividad. Cuando un trabajo es monótono o caótico, se necesita energía constante para mantener la concentración, lo que puede provocar fatiga y agotamiento laboral.

Falta de apoyo social. Si te sientes aislado en el trabajo y en tu vida personal, es posible que te sientas más estresado.

Desequilibrio entre el trabajo y la vida privada. Si tu trabajo requiere tanto tiempo y esfuerzo que no tienes la energía para pasar tiempo con tu familia y amigos, es posible que te agotes rápidamente.

Como combatir el Burnout

Muévete

Uno de los factores que se en más afectados por el estrés agudo y el síndrome de Burnout es el de la salud física, los dolores musculares y el agotamiento físico parecieran ser señal de que ya no estamos funcionando como deberíamos.

Para reducir el estos síntomas es importante el ejercicio físico, muchas veces en consulta cuando a quienes sufren de estrés o ansiedad les hablo del ejercicio creen que se trata de su salud física solamente, pero no es solo por eso, si no que los cambios químicos hormonales que suceden en nuestro cerebro cuando solemos ejercitarnos son generadores de bienestar y reducen en gran manera los efectos negativos en nuestra salud del estrés laboral.

Conoce tu mente.

Es muy importante conocer todas nuestras virtudes, pero a la vez, nuestros límites también. Todos tenemos un límite, y es muy importante saber escuchar a nuestro cuerpo y mente para poder detenernos cuando sea necesario.

Pequeños espacios de descanso durante el trabajo ha probado tener un mejor efecto en reducir el estrés que una tiempo prologando en medio de sesiones largas de trabajo. Por lo cual detenerte de vez en cuando y simplemente respirar puede ser el camino para mantener tu salud mental.

Una buena red.

Somos seres sociales de forma natural, a quienes ocupamos redes grandes otros algunas más pequeñas, pero lo que es innegable es que todos necesitamos de una red de soporte cuando nuestro ánimo baja, y con quien disfrutar cuando estamos bien.

Una vida social activa es un medio para prolongar nuestra salud emocional.

Tu trabajo.

Debemos aprender a enfocar nuestra visión sobre nuestro trabajo, en ocasiones es el trabajo de nuestros sueños y el simple hecho de tener este puesto o laboral en ese lugar ya es en sí un generador de bienestar, pero en otras ocasiones es lo opuesto, trabajamos como un medio para poder tener la vida que buscamos o deseamos.

Sea cual sea nuestra posición es importante establecer de forma clara las razones por las que decidimos trabajar, cuando comprendemos nuestro propósito de forma clara, es mucho más sencillo enfrentar las problemáticas con las que viene.

Por ultimo cunado ya no logramos reducir nuestro nivel de estrés o incluso sufrimos del Síndrome de Burnout, debemos recurrir a un proceso psicoterapéutico para lograr encausar de nuevo nuestra salud emocional en dirección al bienestar.

Psicoterapia

El tratamiento psicoterapéutico del síndrome de burnout se basa, por lo general, en los principios de la terapia cognitivo-conductual y se apoya principalmente en procedimientos de autocontrol, incluido el auto seguimiento. Se considera que la recuperación del autocontrol es esencial, puesto que la mayoría de las víctimas del síndrome de burnout se sienten desconcertadas, confusas, impotentes y fuera de control.

El tratamiento psicoterapéutico consiste en cuatro fases:

  1. Reducción de las dolencias objetivo, como por ejemplo el cansancio físico y mental, la preocupación constante y la incapacidad para relajarse o la irritabilidad. Estas dolencias objetivo se tratan con técnicas cognitivo-conductuales muy conocidas, tales como la activación gradual, sesiones sobre preocupaciones, condicionamiento de los impulsos y control de estímulos y coste de la respuesta.
  2. Entender la propia personalidad. Mediante técnicas como la evaluación cognitiva, los clientes aprenden a gestionar mejor aquellos rasgos de su personalidad que son problemáticos y que han provocado problemas en el pasado.
  3. Abordar los problemas laborales con una formación para mejorar las habilidades. En este estadio del programa de tratamiento, se ensayan habilidades útiles para reducir el estrés en el trabajo.
  4. Adelantarse al futuro. El programa psicoterapéutico se termina con una discusión, desde un punto de vista existencial, sobre el papel del trabajo en la vida del cliente. La mayoría de las víctimas del síndrome de burnout han volcado toda su energía en sus trabajos, a expensas de su vida privada. Por tanto, deberán encontrar un nuevo equilibrio entre lo que es trabajo y lo que no lo es, y entre su vida pública y la privada.

Es en esta fase 4 del tratamiento donde descubrimos se vale la pena seguir en ese trabajo, o no. Y de ser que si debemos desarrollar las habilidades emocionales para poder vivirlo sin sufrir estragos en nuestra vida emocional. Recuerda que al final somos lo que sentimos y no importa cuántos logros laborales tengas, si no gozas de salud mental.