Para iniciar el año es el mejor momento para cerrar los ciclos o asuntos que tenemos pendientes y no nos permiten seguir adelante. Cuando decidimos enfocarnos en planear que queremos lograr, muchas veces nuestros errores o problemas del pasado vienen a hacernos ruido e impedirnos continuar.

Al terminar una relación, algún empleo, en ocasiones el pasar por algún escalón del ciclo vital como lo es la infancia, en muchas ocasiones nos quedan heridas, las cuales si no sanamos, terminando arrastrando a nuestras futuras relaciones o situaciones y las van dañando o estropeando.

Esto nos pasa por que “cuando las personas no actúan adecuadamente para hacer un cierre, cuando no pueden olvidar las acciones que han ocurrido en el pasado, o cuando no aceptan las situaciones como son, entonces son incapaces de funcionar de forma sana y enérgica.”  (Castanedo, 2000).

Sé que algo está mal pero no reconozco por qué.

Sería mucho más sencillo todo si todos desarrolláramos la capacidad de discernir bien que es lo que estamos viviendo emocionalmente, saber exactamente que hacer para continuar y entender cuando necesitamos de ayuda profesional, pero la realidad es todo lo opuesto, generalmente nuestros problemas emocionales derivados de ciclos o asuntos no resueltos, pueden hasta enfermarnos físicamente y aun así no solemos reflexiones en cuál es su origen.

Algunas veces la tensión que mantiene el asunto inconcluso está encubierta, quiere decirse, está protegida por las resistencias que bloquean el darse cuenta, de tal forma que la naturaleza misma de la tensión está enmascarada. Otras veces, la tensión encuentra su expresión en el cuerpo, produciendo trastornos psicosomáticos como son las úlceras, los fuertes dolores de cabeza, el dolor de espalda, la artritis, o las crisis de asma. (Rolf, 1977; Lowen, 1967, y Reich, 1949).

Tenemos que detenernos un momento, reflexionar sobre lo que estamos sintiendo, pasando, viviendo y estar dispuestos a recapitular, aprender y avanzar.

Recapitular, Aprender y Avanzar.

Aquí podre de ejemplo cuando una relación termina, ya que es algo con  lo que muchos podemos identificarnos.  Al suceder la ruptura terminamos aturdidos, aun cuando fue nuestra decisión, es algo que emocionalmente nos afecta y en lo que no queremos pensar demasiado.

Pero debemos darnos un momento para Recapitular, y reflexionar en lo que aprendimos de esta relación, lo bueno que obtuvimos de esta y cimentar las razones para su final.

Hay que aprender de esta experiencia y asi podremos avanzar.

Esto sucede en diferentes contextos como cuando se pierde un empleo o algún ser querido se cambia de ciudad.

Aprendiendo a cerrar, Aprendiendo a continuar.

Las pérdidas son muy diferentes y variadas, vamos de las más esperadas como cuando tu hijo por fin se muda y decide hacer su propio plan de vida, hasta cuando sufrimos la pérdida de un ser amado por muerte inesperada. Lo importante es que debemos aprender a reconocer cunado estamos cargando con algo que viene de alguna situación del pasado y debemos trabajarlo para continuar.

No se trata solo de enfocarnos al futuro para continuar, hay que ser libres del pasado para lograrlo. Existen muchas técnicas que los profesionales en la salud mental te pueden proporcionar en caso de que sientas que ocupas ayuda para cerrar tus ciclos y poder avanzar.