Existen diferentes tipos de violencia, si bien hay una que es aguda y repentina, no se espera y no se puede prevenir o evitar, también existe dentro de la violencia doméstica, lo que Leonore Walker (1989) determino como el ciclo de la violencia, una forma de describir cómo se vive este tipo de violencia, para poder entender porque es tan difícil salir de esta y pedir o recibir ayuda necesaria.
Es un ciclo por que consta de tres pases que son secuenciales, es decir pasas de la uno a la dos de ahí a la tres, y de ahí de nuevo a la uno, perpetuando así la violencia.
FASE I Tensión
En esta etapa la tensión se va acumulando, tanto el agresor como la victima van notando esto, está caracterizada por el abuso psicológico o verbal, en donde se culpabiliza a la víctima de toda la tensión, esto termina provocando un cambio de percepción en esta, provocando que se crea responsable o se adjudique las ofensas como merecidas o verídicas.
Esta puede llegar a ser la etapa más angustiante, ya que se sabe que es lo que está sucediendo provocando en la victima un estado constante de tensión emocional y angustia a raíz, de la incertidumbre del que y como pasara la etapa explosiva.
FASE II Explosión violenta
Cuando se acumula demasiada tensión, está por fin estalla en ataques de violencia física o sexual, de los cuales la mayoría de las veces la víctima no se puede defender, ya sea por la disparidad de fuerza física, o a raíz de que en la fase de tensión se le ha humillado y denigrado tanto, que se cree merecedora de la agresión e incapaz de poder salir de la situación, y es precisamente por esto que termina siendo muy difícil para las víctimas el pedir ayuda.
FASE III Luna de Miel
Después del episodio de violencia extrema, generalmente los agresores empiezan a manifestar algún tipo de arrepentimiento, este solamente motivado por el interés de que la víctima no salga de su control.
Así que empiezan a pedir perdón, prometer que nunca más pasara, decir frases como “Te amo, no podría vivir sin ti” “si te vas, me mato”, y demás chantajes con el fin de recibir no e l perdón, si no la resignación por parte de su pareja para que esta se quede dentro de su control.
Cuando se presentan a sí mismo como victimas hasta cierto punto de toda la situación y le cargan la culpa a la víctima, esta reacciona creyendo que es así, y en su afán de no lastimar o no convertirse en quien agrede, terminan aceptando la reconciliación. No se trata tanto de si cree las mentiras, es más dominante su dependencia que su interés amoroso por el abusivo.
Romper el ciclo
Lo más peligroso de este ciclo es su escalada, es decir, que cada vez la violencia se vuelve más aguda, por ejemplo si al inicio eran unos empujones, al paso de un año o dos llegan a ser golpes o violación, incluso puede llegar hasta el feminicidio.
Pero todo el maltrato emocional que sufre la víctima es el que la va limitando en su capacidad de acción, en verdad creen que no pueden salir de ahí solas, y tienen razón, para lograr salir bien, se necesita de una red de apoyo que le de soporte y apoyo emocional, físico e incluso económico a la víctima, ya que esta en muchos de los casos no trabaja a raíz del control ejercido por el agresor.
Para que la víctima decida buscar apoyo se tiene que pasar de la idealización de que un día el agresor cambiara, dejar de creer en sus promesas y entenderlas solo como la manipulación que estas son. Una vez que se visualiza la violencia y se identifica como víctima es cuando está dispuesta a ser ayudada y hacer algo al respecto.
¿Cómo ayudo a quien vive violencia?
Es muy importante el entender que la violencia que vive es muy peligrosa, no podemos arriesgarlas más, es por esto que cuando ofrecemos ayuda debe ser de forma muy sutil, sin exponerla más al agresor. Lo mejor es acercarse de apoco, hablarle sobre cómo y que es la violencia además de comentarle de los lugares donde pude recibir el apoyo que necesita.
Aquí en México existen los Institutos de las Mujer, tanto estatales como municipales, que son espacios donde se les brinda el apoyo psicológico y legal que necesitan para liberar su vida de la violencia y el agresor. Si necitas esta clase de ayuda puedes contactarme en mi correo y con gusto te apoyaremos.