Este domingo participe en un en vivo de ADRA, una Asociación Civil sin fines de lucro que está brindando una brigada de atención psicológica gratuita, por el tema de la crisis de salud actual, y dentro de estos planes de acción está el de difundir información que contribuya a la Salud Mental en los hogares, dentro de estos –conversatorios me invitaron a platicar sobre la disciplina en el hogar.

Investigando para poder compartirles lo más actualizado, descubrí algo muy interesante, y es que de forma popular se tiene la creencia que los niños no sufren de estrés, o  peor aún que los niños no pueden sufrir de problemas de salud mental o emocional. Así que ahora te traigo un poco de información sobre como es el estrés en los niños, como podemos identificarlo y que podemos hacer para ayudarles a superarlo.

¿Existe el estrés infantil?

Así es, por más que nos guste la idea de que los niños son ajenos a los problemas de salud emocional, esto no es así, y cuando actuamos como si ellos no tuvieran el derecho a sentirse mal solo por su edad contribuimos a sus problemas en lugar de ayudarles a superarlo.

Recordemos que el estrés es una respuesta natural y fisiológica en nuestro cuerpo crea para ayudarnos a sobrevivir y seguir adelante. Es bueno en cierta medida, ya que nos ayuda a salir corriendo si es necesario, apurarnos con la tarea o estudiar para un examen y hasta ahí todo es sano, los problemas de salud empiezan cuando el niño mantiene ese esta de alerta por demasiado tiempo, provocando estragos desde su conducta hasta sus habilidades cognitivas.

Síntomas

Bueno el estrés en los niños se puede ver reflejado de varias formas. y en muchas ocasiones son diferentes a las de los adultos, así que es importante que observemos bien a nuestros hijos, de tal forma que logremos notar lo antes posible cualquiera de estos síntomas, ya que entre más temprana es la intervención menos tiempo el niño vive angustiado.

Síntomas emocionales:

Miedos nuevos y muy fuertes. (Nuevas fobias)

Irritabilidad

Ansiedad

Preocupación excesiva

Síntomas comportamentales

Aislamiento de sus iguales o de su familia.

Agresividad

Regresiones a etapas previas del desarrollo. (Volver a mojar la cama, hablar como cuando estaba adquiriendo el lenguaje).

Síntomas cognitivos

Problemas de concentración y memoria.

Problemas de autoconfianza.

Pensamientos catastróficos.

Síntomas físicos.

Pérdida del apetito o apetito en exceso.

Dolor de cabeza.

Pesadillas.

Malestares estomacales.

Problemas del sueño, desde insomnio hasta el dormir en exceso.

Cualquiera de estos síntomas nos pueden indicar que el niño está pasando por un momento de demasiada ansiedad, lo que no le permite concentrase y trabajar de forma normal, y mucho menos le permite disfrutar de las actividades como antes de esta elevación de estrés.

Causas

Existen diferentes razones por las cuales el niño se sienta de esta forma, desde ambientales como lo son mudanzas o el aislamiento social que estamos viviendo por la crisis de salud, hasta los problemas familiares que les son trasladados emocionalmente, y de los cuales sufre también, cuando las parejas pelean mucho frente a sus hijos les generan demasiada ansiedad, ya que son problemas que ellos no pueden ni resolver ni intervenir.

Recordemos que el estrés es la respuesta natural y requiere que tengamos las habilidades para enfrentar los retos que se nos son presentados, pero cuando son retos o problemas fuera de nuestro alcance, lo más lógico es que estos generen angustia, la cual entre más temprana es la edad más fuertes síntomas puede manifestar.

Apoyo emocional a los niños que sufren estrés.

Es muy importante que como cuidadores estemos pendientes de todas las actividades de los niños y adolescentes que tenemos a nuestro cargo, puede ser que la ansiedad que siente venga derivada de sus relaciones en otro lugar como la escuela, si el niño sufre de burlas u otra clase de acoso.

Por esto es esencial el que exista un canal sano de comunicación en la familia, para que en caso de que el niño tenga algún problema pueda sentir la confianza de compartirlo, y así no sienta que debe cargarlo todo por sí solo.

También debemos tener cuidado en cómo y cuándo les compartimos información, el dejarlos ver la televisión con las noticias amarillistas puede generarles estrés, así que al hablarles de cualquier tema importante como el Covid 19 u otro problema, debes seleccionar bien tus palabras. Para asegurarte de bridar la información necesaria de forma adecuada sin provocarles demasiada ansiedad.

La ansiedad de la escuela en casa

Ahora que las clases son desde casa, es natural que tanto el niño como el cuidador se sientan agobiados, ya que el ambiente es monótono y en ocasiones muy exigente. En este caso lo mejor que puedes hacer es el priorizar. Es mucho mejor que el niño este sano emocionalmente, que el que tenga excelencia académica, así que no exijas demasiado. Si puedes liberar materias hazlo, sin bien antes tomaban 3 extra escolares, ahora que tomen una, o ninguna. El punto es que su ambiente de hogar no se convierta en el lugar donde más presión encuentre, menos ahora que no pueden salir a prácticamente ningún lugar.

En cifras de las Organización  Mundial de la Salud (OMS) al menos el 20% de los niños de 11 años de edad sufren estrés por sus deberes académicos, pensemos bien en que esto es una etapa de transición , la cual puede ser flexible, y en la cual debemos enfocarnos más en el bienestar emocional.

Consecuencias

Cuando el niño crece en un ambiente que le genera mucho estrés, puede desarrollar diferentes tipos de fobias o trastornos de ansiedad, así que vale mucho la pena el ponernos al tanto de sus necesidades emocionales, y brindarles el apoyo que necesitan.

¿Que combate al estrés?

Al igual que con los adultos,  dormir la cantidad de horas adecuadas y el practicar ejercicio físico es esencial para combatir al estrés. Esto por el estrés nos libera cortisol y las hormonas que liberamos al ejercitarnos lo combate de tal forma que nos libera de los efectos negativos del vivir estresado.

En caso de que veamos que no es suficiente o se está viviendo un episodio de ansiedad, también podemos ayudarles a practicar técnicas de relajación como la respiración consiente, esto con el fin de relajarlos y poder conversar después con ellos, sobre cuál es el problema y ofrecer nuestro apoyo.

Cuando pedir ayuda.

El problema con el estrés es cuando no tenemos las herramientas necesarias para enfrentar la problemática que nos estresa. Así que si nos sentimos como que no sabemos que opciones o habilidades compartir con nuestros hijos para ayudarles a superar sus problemas, es una buena opción el buscar ayuda por parte de un profesional, que puede tanto atenderte a ti, como al niño, o la familia en conjunto, el punto es que se adquieran estas herramientas y se pueda lograr el bienestar emocional, que es tan necesario durante la etapa de formación para garantizarles una madurez sana y libre de problemas emocionales.