El día 25 de Noviembre se conmemora el Día Internacional de Eliminación de la Violencia en contra delas mujeres y niñas. Se escogió este día a raíz de que el 25 de noviembre de 1960 las hermanas Mirabal, Patria, Minerva y María Teresa, conocidas como ‘Las Mariposas’, fueron asesinadas por su actividad en la lucha a favor de la democracia y contra Rafael Leónidas Trujillo, dictador de la República Dominicana entre los años 1930 y 1961.

La finalidad de esta conmemoración es la sensibilización y denuncia sobre la violencia contra las mujeres en el mundo. Existen diferentes tipos de violencia a las cuales se puede estar expuesta, en el post del año pasado toque el tema de los diferentes tipos de violencia de género.

Pero ahora me gustaría hablarte de las secuelas que tienen quienes son víctimas de estos ataques y la clase de apoyo que necesitan para lograr salir adelante.

Secuelas

Las secuelas después de ser víctimas de violencias de género las podemos dividir de acuerdo al tipo de área que es afectada.

Físicas: Son las marcas, cicatrices o estragos que vive la víctima en su estado físico a raíz de los ataques de violencia.

Psicológicas: Estas son las marcas emocionales y conductuales que sufre la mujer, como problemas de ansiedad, miedo, insomnio, baja autoestima, etc.

Económicas: Aquí se habla de los estragos económicos, ya que muchas mujeres víctimas de violencia, dejan de trabajar y cuando salen de la relación con el agresor esta busca la forma de que ellas no tengan lo que necesitan para salir adelante.

Síndrome de la Mujer Maltratada

Este Síndrome es un subtipo del Trastorno de Estrés Pos traumático, es decir se le conoce como síndrome de la mujer maltratada al trastorno emocional que tienen las víctimas de violencia.

Está constituido por seis grupos de criterios:

  • Recuerdos perturbadores del o los acontecimientos traumáticos.

Momentos en que su mente revive los episodios de violencia que ha vivido, como pensamientos que la atemorizan.

  • Elevados niveles de ansiedad y estado de alerta.

Viven en constante angustia, pendientes de todos sus movimientos y de quienes la rodean, con el fin de no alterar o molestar al agresor.

  • Entumecimiento emocional, como depresión, represión, minimización de la situación.

Empiezan a ver toda la situación como normal, no visibilizan la violencia de la que son víctimas, pero al mismo tiempo empiezan a desarrollar cuadros depresivos a raíz de su situación e vida.

  • Relaciones interpersonales conflictivas con todo su círculo.

Cuando nuestro entorno es sano, es difícil caer en situación de víctima, así que lo primero que hace quien violenta es obligarlas a cortar contacto y pelarse con su familia y quienes pudieran ayudarla, así logra aislarla y puede tener más control sobre su vida.

  • Problemas sexuales.

Muchas veces la violencia física llega a estar acompañada de violencia sexual, lo que va desencadenando problemas de índole sexual en la victima.

  • Distorsión del autoimagen y autoestima.

Cuando quien debería amarte y apoyarte es quien te está maltratando, insultando y denigrando constantemente, en natural el empezar a interiorizar esa idea, así es como las mujeres víctimas de violencia terminan sintiéndose culpables, inútiles e incapaces de salir adelante, a raíz de que lo escuchan todo el tiempo.

Esta clase de síndrome produce mucho deterioro en la persona, se van agotando sus recursos para esta bien, y empieza a vivir en el estrés, ansiedad y depresión, es por esto mismo que muchas mujeres que sufren de violencia, somatizan mucho, y sufren de enfermedades gástricas o de índole sexual.

No están solas

Las mujeres que viven esta clase de experiencias sufren demasiado, pero al igual tienten mucho temor de hacer algo al respecto, es muy importante que cuenten con una red de apoyo, familia o amigos, incluso instituciones que puedan brindarles apoyo como puede ser aquí en México el Instituto Estatal de la Mujer, o los municipales.

Yo trabajo en la Dirección General de la Mujer de Apodaca, Nuevo León, un espacio  donde mujeres víctimas de violencia reciben apoyo tanto psicológico como jurídico, para ayudarlas a salir adelante y estar a salvo y seguras. Pero para poder hacerlo, necesitamos que ellas pidan la ayuda, así que si conoces a alguien que esté pasando por esta clase de violencia, no dudes en buscar apoyo para lograr el cambio en su vida, puedes incluso estar salvando su vida.