Mi hija mayor siempre ha hablado dormida, desde muy pequeña llegaba incluso a reír a carcajadas durante sus sueños. Nada extraño tomando en cuenta que tanto su padre como su hermanita lo hacen también. El asunto es que últimamente empezó a caminar, llegaba a mi habitación y se recostaba en mi cama, algo que en si no es extraño a no ser que notamos que ella está dormida, así es, llega dormida, incluso la acompañe de regreso a su cama y sigue durmiendo como si nada.

A la mañana siguiente suelo preguntarle qué recuerda de esa noche y no logra recordar los episodios de sonambulismo. Ya en una ocasione les había hablado un poco sobre las parasomnias o trastornos del sueño, en esa ocasión les hable sobre las pesadillas o los terrores nocturnos, aquí se los comparto por si le interesa.

Sonambulismo en niños

La Clínica del sueño Estivill menciona que el sonambulismo se caracteriza por una secuencia de comportamientos complejos ocurridos durante el sueño, generalmente en el primer tercio de la noche. Es la repetición automática de conductas aprendidas durante la vigilia. Cuando sucede el episodio el niño está profundamente dormido.

Esto porque los episodios de sonambulismo tienden a ocurrir en las primeras horas de sueño, cuando este es más profundo. Ocurre aproximadamente en un 15% de los niños entre los 3 y 15 años. Aunque es más frecuente entre los 8 y los 12 años de edad.  

El niño se levanta con  los ojos abierto aunque puedes notar que es una mirada vaga o perdida, incluso pueden responder preguntas simples, pero siguen dormidos.

No se conoce una causa específica para que los niños sufran episodios de sonambulismo, a autores que lo asocian al desarrollo cerebral, incluso a la genética, lo cierto es que mientras no exista un peligro físico real para el niño, no debe significar un problema de salud grave.

Cuidados

Es muy importante cuidar que el ambiente donde se mueva el niño no sea peligroso, retirar objetos o proteger las escaleras o demás áreas de la casa que puedan significar un peligro real.

Es importante también cuidar la higiene del sueño. Ver que el niño este durmiendo bien, en cuanto a cantidad y calidad.

También podemos identificar algún patrón de conducta que se pueda relacionar, como si lo hace los días que no salió a hacer ejercicio físico, o cuando ceno algo en particular, incluso revisar su consumo de azúcar durante el día, todo con el fin de ver si esto tiene alguna influencia en el patrón del sueño y sonambulismo.

Despertar Programado

No soy experta en sueño infantil, pero te quiero compartir una técnica que es recomendada cuando los episodios son demasiado seguidos. Se llama despertar programado y consiste en de forma rutinaria despertar al niño un instante antes de la hora en que suele levantarse sonámbulo, esto con la intención del que el niño este consiente y reinicie su ciclo de sueño.

Si bien lo que más queremos los padres es que duerman toda la noche, esta técnica ha mostrado resultados positivos. Si lo intentas y no funciona, no pierdas la esperanza, el sonambulismo suele desaparecer de forma espontánea al paso del tiempo, si bien puede ser desde meses hasta un par de años, este es un problema del sueño que solo permanece entre un 3%  al 4% en adultos.

Rutina de sueño

Para poder identificar bien que factores pueden estar influyendo en el sueño de nuestros hijos es muy importante que se tengan hábitos del sueño muy bien definidos. Para esto las rutinas son nuestra mejor herramienta, cuando desde bebés se les acostumbra tener horarios de sueño determinados, es mucho menos frecuente que sufran de parasomnias, y de ser así, es mucho más fácil para ellos regresar a dormir como lo hacían antes.

Sin importar nuestra edad nunca es tarde para adecuarnos a rutinas, y estas son de mucho beneficio tanto para nuestra salud del sueño como la mental, ya que nuestro cerebro necesita de los periodos de descanso para procesar la información y demás actividades que realiza durante nuestro sueño, como en el caso de los niños las horas del sueño son claves para su desarrollo físico también.

Así que hay que prestarle la atención necesaria que tengan las horas de sueño adecuadas y de calidad.