¿Haz reflexionado sobre los hábitos de tu familia al compartir la mesa? Están todos juntos, o come cada quien a la hora que puede, o aun mas desastroso si están reunidos pero cada quien esta en su celular y su mundo.

Compartir la mesa en familia es algo que trae enormes beneficios al desarrollo emocional de nuestros hijos y nos ayuda a crear mejor lazos y comunicación con ellos.

Según el Acta Pediátrica Española del 2006 los niños de edad preescolar que comen junto a su familia y son expuestos a conversaciones en ese medio, agregan mas rápido palabras nuevas a su vocabulario.

Dice que en un estudio realizado en 31 familias con niños en edad preescolar, Beals y Smith encontraron que entre el 12 y el 18% del tiempo de conversación consistía en contar historias, y entre el 15 y el 17% en dar explicaciones. Esta forma de discurso se ha considerado positiva para la adquisición de nuevo vocabulario en niños pequeños.

Y los beneficios no son solo para los mas pequeños de la familia ya que según los resultados del Family Narratives Project, de la Universidad de Emory, mostraron que los hijos de familias que comían habitualmente juntas conocían mejor la historia familiar, tenían un mayor nivel de autoestima, se relacionaban mejor con sus compañeros y presentaban una mayor capacidad de tolerancia frente a la adversidad. También presentaban menos problemas de salud mental que sus compañeros. Los niños de las familias que comparten más la mesa suelen presentar mejores resultados académicos, son más felices y tienen más esperanza de futuro.

Los adolescentes que habitualmente comen con su familia tienen menos posibilidades de verse involucrados en peleas, pensar en el suicidio, fumar, beber alcohol o consumir drogas, y es más probable que inicien las relaciones sexuales más tardíamente y tengan un mejor rendimiento académico que los adolescentes que no lo hacen.

Lo importante es crear el habito en nuestra familia de tener un espacio para compartir y conversar. Y el compartir la mesa es el momento que reconocemos como humanos de excelencia, de ahí que siempre que queremos celebrar algo es con comida, por que sabemos que cuando estamos relajados comiendo y compartiendo un momento agradable, es el mejor momento para hablar y conectar.

Si bien nuestra vida es muy ajetreada y nuestras diferentes actividades no nos permiten comer juntos al menos una vez al día, bueno hay que crear la tradición (casi, casi obligación) de un día a la semana hacerlo, como los fines de semana, no dejemos pasar estos momentos con nuestra familia, son los mejores.

Referencias:

La comida en familia: algo más que comer juntos de J.M. Moreno Villares, M.J. Galiano Segovia. Unidad de Nutrición Clínica. Hospital «12 de Octubre». Madrid. 1Pediatra. CS Panaderas. Fuenlabrada (Madrid)