Existen diferentes tipos de amor. O al menos eso creemos, esta el filial, el maternal, el de amigos.
¿Pero cuando se trata de amor en pareja, existen diferentes tipos?

Eso depende desde donde empezemos nuestro análisis, la lógica nos indica que si existimos diferentes tipos de personas, así de diferentes son nuestras formas de amar y relacionarnos.

Y a quienes somos, hay que sumarle el ambiente en el que crecimos, las influencias culturales, sociales e ideológicas que nos rodean, etc, etc, etc.

Enamorados de nuestros conflictos.

En esta ocasión quiero hablarte de una forma de amar, que esta mal, si así es, mal.
Y por que digo mal, bueno por que en ocasiones nuestros motivantes para sentir atracción por una posible pareja son los equivocados, lo que nos lleva a relaciones no sanas.

Nos gusta pensar de forma idílica sobre el amor. Y creer que siempre es bueno para nosotros, pero la realidad es que no es así. Existen relaciones que más que bien nos trae mal a nuestra vida, que daña o peor aún fomenta un problema que tenemos.

Intento ser directa para motivarte a abrir tu mente a la idea de que no siempre es bueno amar, menos en relaciones donde se nos hace más daño que bien.

Peter Pan y Wendy

El mejor ejemplo que hay de esto es el síndrome de Peter Pan del libro de Dan Kiley, mucho se escucho sobre esta clase de hombres, que se niegan a madurar, que tienen problemas emocionales, sociales e incluso sexuales a raíz de su inmadurez y negativa a encargarse de sus propias responsabilidades.

Pero se escucho un poco menos sobre el Conplejo de Wendy de Jaime Lira.
Caracterizado por mujeres que necesita de una aceptación dependiente, se dedican a cuidar, ayudar, intervenir lo más que pueden en la vida de sus parejas, haciéndose según ellas imprescindibles.

Y aquí es donde descubrimos por qué ellas serían Wendys y no cualquier otro nombre de personaje con estas características, y las nombraron así, por su tendencia casi irremediable a relacionarse con hombres que sufren del síndrome de peter pan.

Y con esto me refiero a formas no sanas de relacionarnos, así es cuando nuestros problemas, conflictos y complejos, son los que nos convierten en atractivos a personas con problemas, conflictos o complejos que se sintonizan, es cuando encontramos el amor, pero el amor enfermo.

Que no decidan tus complejos.

Así como este hay muchísimos ejemplos más de complejos que se atraen, como lo es, las parejas donde uno tiende a hacerse del rogar por que es lo máximo y entonces se relaciona con un acomplejado que siempre lo verá superior.

Aquí lo importante es estar emocionalmente sanos antes de empezar cualquier relación. He conocido personas que siempre se relacionan con alguien que este pasando por depresión, los motivan y ayudan a salir de su situación, y una vez saliendo empiezan los problemas y terminan la relación. Todo por que van construyendo relaciones sobre sus conflictos emocionales.

El corazón sano, sabe amar.

Cuando estamos emocionalmente bien, nos encontramos concientes de nuestras metas, intereses y objetivos, es el mejor momento de encontrar una relación.

Por que es cuando también sabemos poner límites y decir no. O como dice Ariana Grande «Gracias, Siguiente». Podemos tener el valor de evitar relaciones no sanas, que solo nos dañarían o nos haría dañar al otro.

Estamos más abiertos a comprometernos en una relación sana, y sólida.

Si sabes amarte, sabes amar. Así que cuida de ti, cuida tu bienestar y aprende a cuidar el del otro, sin sacrificarte a ti.

Si sientes que tus relaciones, si bien han sido con diferentes personas, repiten los mismos problemas, es por que de seguro, el conflicto va contigo, y no con tus parejas, o peor aún, estás en esta situación, escogiendo parejas con el problema que fomenta el tuyo.

Rompe el ciclo, genera el cambio y aprende a amar bien.