Hablar de salud mental está siendo cada vez más común, y esto me da mucho gusto, pienso en cuantas vidas serán más disfrutadas y mejor orientadas, a raíz de reconocer esta necesidad de trabaja nuestro lado emocional para poder gozar de salud emocional. Además de que también cada vez se reconoce más esta unión y sinergia que tienen nuestra salud emocional y física.

Ahora quiero mencionarte algún hábito que contribuyen a construir una salud mental sana.


Autocuidado


Pareciera un poco obvio que debemos tener la capacidad para cuidar de nosotros mismos, pero la realidad dista mucho de esta expectativa, sucede que en nuestra cultura latina y en especial a las mujeres (sin dejar fuera a los hombres) se nos educa para estar al pendiente y servicio de las necesidad de otros, ya sean nuestros mayores, familiares, maestros o hijos, de ahí la tan común respuesta de “mande” cada que alguien se nos acerca para decir algo.


Y esto provoca en ocasiones que seamos muy buenos para ver y ayudar con las necesidades de otros pero no sabemos escuchar las propias. Para poder cuidar de nosotros, debemos también que tener la capacidad de conocer cuáles son nuestros deseos y necesidades.


Aprende a escucharte para que logres aprender a cuidar de ti.

Hacer ejercicio.


El practicar ejercicio nos trae grandes beneficios a la salud tanto física como emocional, puede ser un gran aliado cuando queremos mejorar nuestro estado de ánimo o controlar algunos síntomas de ansiedad.

Dormir bien.


Las suficientes horas de un descanso adecuado son muy importantes para el adecuado funcionamiento de nuestro sistema nervioso, por lo cual cuidar mis hábitos de sueño es equivalente a cuidar de mi salud mental.

Alimentarte sanamente.


Una parte esencial del autocuidado es cuidar que consumismos, ya sea lo que vemos, escuchamos o comemos, por ejemplo, si yo sufro de ansiedad no debo consumir nada que me estimule el pensamiento como cafeína o alguna bebida energética, solemos estar muy atentos de que los niños no coman dulces antes de dormir, pero no de no beber refresco antes de acostarnos y es lo mismo, así que hay que cuidar de este aspecto también.

Construye relaciones sanas.


La mayoría de nosotros somos sociables por naturaleza, necesitamos sentirnos para de un grupo para poder sentirnos bien con nosotros mismos, pero esta necesidad en muchas ocasiones nos lleva a relacionarnos de formas no sanas.
Aprender a que deseo yo de una relación y que ofrezco para esta, es muy importante, así busco construir algo con objetivo, no solo me voy guiando por los demás en cuanto a cómo vivir y relacionarme.

Aprende a poner límites.


Una de las principales razones por las cuales los adultos jóvenes se quejan, es por su incapacidad de poner límites, de nuevo te comento que nos educaron para estar pendientes de otros, y negarnos a esto nos cuesta trabajo.
Eso no cambie el hecho, de que debemos a prender a decir que NO todas las veces que sean necesarias, para poder preservar quienes somos y como nos sentimos son nosotros mismos.


Saber decir NO es una habito que te va a salvar de muchas situaciones que solo te harían sentir mal contigo mismo. Es cierto que al principio es difícil, pero con el tiempo se va comprendiendo la utilidad y necesidad de saber aplicar esta expresión.


Ten objetivos


La sensación de logro es muy necesaria, ya que nos proporciona esa sensación de movimiento y efectividad que todos necesitamos, no te presiones por enormes objetivos sobre tu vida laboral o económica, mejor crea dinámicas de pequeños logros que te generen bienestar.


Mi sincera recomendación es que esos logros pueden ser lograr integrar estos hábitos a tu vida diaria, para así lograr que vivas de forma más plena y sana.