¿Porque nos encanta comprar cosas? Hay algo detrás de todas estas sensaciones por las compras. Y ahora con el llamado “Buen Fin” tantos anuncios de ofertas tienen un efecto sobre nosotros.

Ya sea porque nos indican que compramos algo a un precio único o que la oferta es exclusiva para nosotros,  la realidad es que vivimos en una sociedad muy consumista, que ha desarrollado muchas estrategias para hacernos gastar.

Compras impulsivas.

¿Qué tan sabios somos al comprar?  Resulta ser que las estadísticas no están a nuestro favor, hay estudios que indican que por lo menos el 50 por ciento de nuestras compras son de este tipo impulsivo, es decir compramos en un movimiento casi involuntario de accionar. Esto es porque la compra activa los circuitos de recompensa del cerebro, lo cuales liberan hormonas que nos hacen sentir placer o felicidad. Y lo peor es que la mayor parte de las cosas que compramos no las necesitamos, la publicidad y el márquetin tiene como finalidad crear esas necesidades.

Si bien comprar de forma impulsiva no es correcto, ni sano para nuestra cartera, la realidad es que es muy común, son raras las personas que se organizar de forma consiente para realizar solo las comprar justas y necesarias, a todos se nos puede ir la mano en algún gusto o deseo y esto es positivo, sin duda aporta sensación de logro y si sabemos administrarnos puede ser muy positivo.

Compras compulsivas

Las compras compulsivas son una motivación de compra persistente, irresistible, asaltante y que sucede de manera repetitiva, su acción se experimenta como una sensación placentera y reductora de malestar, pero que a la larga puede ser un patrón conductual que genera graves problemas. Actualmente, la compra compulsiva afecta entre un 1,1% – 5,9% de la población general.

La persona que sufre del Trastorno de Compras Compulsivas se caracteriza por comprar más de lo que necesita, comprar de manera desmedida y por norma general objetos inútiles y que no le sirven para nada. Sufre de sentimientos de ansiedad y  depresión que solo logra calmar al comprarse algo compulsivamente. Lo cual puede derivar en problemas económicos y familiares-.

Muy a menudo la necesidad obsesiva de gastar es un síntoma de algún trastorno psicológico. La compra compulsiva es muy frecuente en el contexto de los estados hipomaniacos, cuando la persona se encuentra especialmente eufórica, como un signo más de su conducta expansiva en muchos casos. Muchos compradores compulsivos son en realidad enfermos depresivos. No es infrecuente que la compra compulsiva se acompañe de trastornos de la alimentación, especialmente bulimia, y ocasionalmente de cleptomanía.

Los compradores compulsivos suelen presentar además otros problemas:

Trastornos de ansiedad (41-80 %)

Problemas emocionales o trastornos del estado de ánimo (21-100 %)

Dependencia de sustancias (21-46 %)

Trastornos de la conducta alimentaria (8-35 %)

Otros trastornos del control de impulsos (5-11 %).

Las 4 fases de la compra compulsiva

Observamos las fases que rigen toda compra compulsiva:

1. Anticipación

Surgen pensamientos, impulsos y preocupaciones en relación a un producto en concreto o sobre el hábito de comprar

2. Preparación

Se empiezan a tomar decisiones sobre dónde se comprará el producto, cómo se realizará el pago (normalmente se utilizan tarjetas bancarias), cómo se llegará al comercio o la vía mediante la cual se adquirirá el producto (online, tienda física…). En determinados casos, se indaga información extra sobre el artículo deseado.

3. Compra

Lo viven como una experiencia francamente excitante y placentera. Para las personas con oniomanía en el momento de realizar la compra es un momento esperado y que les hace sentir bien.

4. Gasto y decepción

Una vez realizada la compra y gastado el dinero surge una sensación de desilusión con uno mismo junto con sentimientos de culpabilidad, ira, rencor y el firme propósito de no repetir la conducta.

¿Por qué compro lo que compro?

Si sientes que estas épocas festivas en realidad gastas de forma desmedida y compras cosas que ni necesitas o deseas en realidad puede ser que estés intentando llenar un vacío emocional a través de esas compras, el problema con esto es que la sensación de satisfacción al comprar algo es efímera y de ahí que se desarrolle la necesidad de seguir comprando y comprando.

Debes hacer un análisis de cuáles son tus verdaderos motivantes al comprar algo y reflexionar sobre cuantos beneficios tienes por tu compra.

Tratamiento

La atención terapéutica del trastorno de comprador compulsivo es muy seria, y se puede abordar desde distintas áreas, como puede ser evaluar el problema subyacente que puede desencadenar la conducta compulsiva. Para lograr esto es importante que si sientes que las compras se te están saliendo de control y debes encontrar la forma de pararlo, te acerques a un especialista de la salud emocional que te brinde la guía que necesitas al respecto.