
Iniciemos definiendo estigma podemos decir que, de acuerdo con la Real academia de la lengua española, estigma se refiere a una marca o señal, pero significa también afrenta o mala fama, es decir son ideas erradas que se tienen que determinan una mala fama o reputación, estos son muy amigos y van de la mano de los prejuicios, que son las ideas o juicios que tenemos sobre algo sin conocerlo.
Muchos de estos estigmas o prejuicios son de dominio popular, así que puede ser que puedan ser parte de nuestra forma de pensar y jamás nos los hemos cuestionado o al menos intentado investigar por nosotros mismos que tan acertadas son estas formas de pensar.
¿Tienes una idea ya fija sobre temas que son de salud mental?
¿escuchaste en algún lado algo sobre la psicología o las enfermedades de salud mental y no sabes que tan cierto es?
¿tienes algún temor por descubrir si lo que sientes o piensas es sano?

Entonces los estigmas con respecto a los problemas o afecciones de salud mental son esas ideas negativas que se tienen sobre quienes sufren de algún trastorno o condición de salud emocional.
Siguiendo con el tema me gustaría mencionarte que de acuerdo con los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirman que los estigmas relacionados con la mala salud mental son el mayor obstáculo de las personas al momento de tener que buscar tratamiento.
Es decir que estas creencias o actitudes negativas con respecto a los problemas de salud mental pueden ser la razón principal para tener temor de pedir ayuda ya sea profesional o de nuestro entorno. Y va provocando a la vez que se viva de forma no sana o plena, solo por le miedo de ser visto como alguien que vive con afecciones de salud mental.
Esta clase de ideas o pensamientos se pueden presentar en diferentes escenarios y existen tres géneros de estigma sobre la salud mental.
- Estigma institucional: este se refiere a las políticas institucionales gubernamentales o privadas que discriminan de forma voluntaria o involuntaria a las personas con afecciones de salud mental.
- Estigma social o público: esto se refiere a las creencias o actitudes discriminatorias negativas sobre las afecciones de salud mental promovidas en el grupo cultural de uno o en la sociedad en general.
- Autoestigma: esto ocurre cuando una persona internaliza las actitudes sociales negativas sobre las afecciones de salud mental.

Hablemos pues de los ejemplos de estigma que existen entorno a la salud mental.
- Los trastornos de salud mental son irreversibles
Los estudios realizados demuestran que las personas con problemas de salud mental mejoran y muchas se recuperan por completo. La recuperación es el proceso por el cual las personas pueden vivir, trabajar, aprender y participar por completo en sus comunidades.
- Los trastornos de salud mental afectan a determinadas personas, a mí no me pasará
Los trastornos mentales pueden afectar a cualquier persona y no entienden de edad, sexo, cultura o situación económica. Una de cada cuatro personas tendrá un trastorno de salud mental a lo largo de su vida. A nivel mundial, 450 millones de personas están afectadas por un problema de salud mental y entre el 35% y el 50% no recibe ningún tratamiento o no recibe el tratamiento adecuado.
- Los niños y adolescentes no tienen trastornos de salud mental
Los niños pequeños pueden mostrar señales de advertencia tempranas que representen una inquietud para su salud mental. Estos problemas se pueden identificar clínicamente y pueden ser un producto de la interacción de factores biológicos, psicológicos y sociales. Hay que tener en cuenta que el 50% de los problemas de salud mental en adultos comienzan antes de los 14 años, y el 75% antes de los 18.
- Las personas que tienen un problema de salud mental son débiles
Desarrollar un problema de salud mental nada tiene que ver con aspectos como la pereza o la debilidad, la falta de voluntad o falta de fe. La aparición de un trastorno de salud mental es multifactorial: factores biológicos, experiencias de vida traumáticas, entorno socioeconómico desfavorable, etc.
Tenemos que empezar a ser consientes como sociedad como estas y muchas otras ideas erradas sobre la salud mental, nos alejan del tratamiento y bienestar.
Generemos el cambio iniciando por nosotros mismos y la forma en como nos expresamos sobre las afecciones de salud mental, además de cómo nos relacionamos con quienes viven con un diagnóstico o tratamiento actualmente.
Sobre todo, debemos hacer conciencia de lo importante que es nuestro impacto en las nuevas generaciones y cómo podemos ayudarles a vivir sin estos estigmas que tanto entorpecen la búsqueda de bienestar.