A lo largo de la vida pasamos por diferentes etapas, y en la mayoría de estas somos consientes de que el cambio no es precisamente sencillo.

Cuando nacimos vinimos tan desprotegidos para lo que nos tocaba enfrentar de dependíamos completamente de la asistencia de nuestros padres o cuidadores.

Son bien conocidas la mayoría de las etapas de crisis por las que cruzamos como lo es la adolescencia, es tan reconocido el nivel de estrés que vivimos durante ese periodo que precisamente como su nombre lo indica adolecemos por todo.

Pero ahora no quiero hablarte de las diferentes etapas, si no de las crisis, pero para poder hacerlo hay que hablar sobre;

¿Que es una crisis?

Según Google crisis es una situación grave y decisiva que pone en peligro el desarrollo de un asunto o un proceso. Es un punto de quiebre que genera un cambio. Y las crisis vitales son situaciones que si o si, vienen con la vida, como lo son la adolescencia, las perdidas familiares o de relaciones, cambios de trabajo o de residencia, etc.

Las crisis suelen venir como consecuencia de la situación que estamos pasando, y de como es que estamos interpretando esta. Y eso a su vez se ve enlazado en nuestra capacidad y habilidades que tenemos para enfrentar lo que estamos viviendo.

El error en la formula.

Tenemos en nuestra mente un formula que esta equivocada, y esta es: EDAD = MADUREZ. Y no puede estar mas equivocada, se puede ser muy mayor de edad y eso no quiere decir que es así de maduro en como actúa o vive.

Debemos cambiar esa idea que tenemos por la formula real que seria algo así: EXPERIENCIA = MADUREZ. La experiencia se adquiere cuando estamos delante de una crisis vital y no solo la enfrentamos, si que a parte aprendemos de esto.

Muchas veces como madre me veo tentada a querer resolver los problemas de mis hijas, en especial cuando los considero importantes o trascendentes, y lo difícil de conocer esto es que ya eres consiente de que no debe ser así, que son procesos que deben de vivir y que si bien no todos o mejor dicho las mayoría no serán agradables, son necesarios para que se desarrollen como personas con habilidades para la vida.