En cifras del INEGI para el 2010 el 61.2 % de los jóvenes de entre 15 y 29 años de edad en México son solteros, En Europa, las mujeres se casan por primera vez a los 30 años, y los hombres un año o dos más tarde. Según el Buró de Censos de Estados Unidos, la edad media del primer matrimonio era de 20 años para las mujeres en la década de 1950. La cifra aumentó a los 23 años en los años 1980, llegando a 25 al comienzo del nuevo milenio y a 27,8 en 2018. Para los hombres la tendencia es semejante: 23 años en la mitad del siglo pasado, y 29,8 hoy en día.

Esto nos está mostrando la creciente tendencia a alargar la soltería, pero con qué fin, que se puede esperar de vivir soltero al ser un adulto joven.

El creciente número de divorcios en las últimas décadas ha provocado que muchos adultos jóvenes de ahora, se pregunten si es bueno el formar un matrimonio o no, y cuál es el momento más adecuado para hacerlo. Y después de crecer en ambientes tóxicos donde los problemas de la relación de sus padres les dejaron secuelas emocionales, muchos piensan que más vale estar solo que mal acompañado.

Soltero = Solo

El miedo social que existe con respecto a la soledad, nos vende la idea de que la soltería es igual que estar solo. Pero verlo de esta forma puede provocar en nosotros el conformismo, haciéndonos aceptar una relaciones con cualquier persona, aun cuando no nos conviene o es toxica, solo porque tenemos miedo de estar solos.

Pero las nuevas generaciones empiezan a disfrutar mucho más de esos momentos, en los que se encuentran solos. Aprendiendo a disfrutar de viajes, experiencias e incluso planes de vida en los cuales no incluyen a otra persona.

Nunca estamos solos, desde que nacemos hay  alguien pendiente de todas nuestras necesidad y así es para poder sobrevivir, y de ahí que es natural el tenerle miedo a estar solo pero eso no quiere decir que no podamos aprender a disfrutar de ser soltero.

Beneficios emocionales de la Soltería.

Tiempo.

Uno de los principales beneficios es la cantidad de tiempo que se tienen para invertir en uno mismo, ya que una relación de pareja incluye un compromiso moral en el cual dedicamos tiempos y espacio a alguien más, así que la soltería nos da la oportunidad de dedicarnos a nosotros mismos y no a otro.

Dedicarnos tiempo es algo preciado para poder gozar de salud emocional, tener momentos de autorreflexión, el poder conocerte lo suficiente como para aceptarte.

Libertad.

Si bien en una relación sana siempre debe haber espacio y libertad para poder desarrollarnos de forma plana, esto no quiere decir que no implique cierta responsabilidad de hablar y negociar nuestros objetivos con nuestra pareja para ponerlos en armonía (de ahí la importancia de ser pareja conforme a nuestros propósitos).

Así que al ser soltero se tiene la libertad de hacer un plan de vida y crecimiento ya sea personal o profesional, sin la necesidad de ajuste a los planes con alguien más. Te permite formarte como individuo, provocando la satisfacción por logros que es crucial para percibirnos con éxito, esto no es solo respecto a lo laboral o académico, es también con aspectos como viajar, explorar, conocer descubrir, crecer como persona en la libertad de solo ser tu para ti.

Espacio.

Compartir tu espacio es una decisión que se debe hacer consiente, al ser soltero gozas de que cada espacio que tienes puedes disponerlo a tu parecer, sin mencionar que nadie está moviéndote u opinándote.  Reconocernos en nuestro espacio y poder disfrutarlo es algo que nos permite liberarnos del estrés vivido en el ambiente donde convivimos con los demás, como el trabajo, la escuela u otras circunstancias.

Amor propio.

Cuando aprendemos a estar solos y disfrutarlo es una gran lección de amor propio, el entender que nuestra propia compañía es placentera y vale la pena, construir una autoestima plena es un trabajo que implica mucho auto conocimiento y sin duda la soltería te da la oportunidad de vivirlo.

Mejor solo que mal acompañado.

Las relaciones que no son sanas pueden provocar en nosotros gran daño emocional. Es mucho mejor invertir tiempo y trabajo en una vida de soltería de calidad que en una relación que nada aporta y mucho lastima.

De ahí que el dicho sea “mejor solo, que mal acompañado”. No te sientas mal de ser soltero. Disfrútalo aprécialo y vívelo como una gran oportunidad para ser feliz sin que nadie interfiera en tu plenitud.

Si por alguna razón sientes que no puedes o te hace mal la soltería, siempre puedes acudir con un profesional de la salud emocional, para que te brinde las herramientas necesarias para poder crecer al respecto y valorarte mucho más, y así entender lo mucho que vale el estar solo.