Nunca tuve problemas con mi peso, hasta meses después de la muerte de mi papá. Aunque no es un tema en el que quiera detallar mucho en este momento, quiero contarte como es que esto influyo en mi peso.

Mi Papá murió cuándo yo estaba cerca de cumplir 16 años. Recuerdo muy bien lo ofendida que me sentía cuando la gente me daba el pésame y me decían: tan jovencita, eres una niña.

En ese momento de shock emocional la verdad que no puedo ni decirles que sentía, fue complicado y sorpresivo.

El caso es que el tiempo paso, y yo no afrontaba mis emociones como debía de ser, no las trabaje, simplemente las cargue conmigo, empecé con síntomas depresivos y obesidad, llegue a pesar 80 kg. Cuando mido 1.60 m.

Yo de verdad estaba convencida de que la muerte de mi padre no me afectaba tanto, pero mi cuerpo me gritaba lo contrario. Esto me recuerdo un comentario de mi profesor de psicología de la salud en la universidad que decía: las lágrimas que no llores, las llorara alguno de tus órganos.

El comedor emocional

Existe un término que se conoce como: el “Comedor Emocional”, se trata de aquel individuo que es incapaz de llevar estrategias de afrontamiento adecuadas ante sus diferentes emociones, lo que repercute en su alimentación.

En consecuencia, comen en exceso como respuesta a sus emociones y no necesariamente para alimentarse, seleccionando alimentos de alta densidad energética. Se trata de obtener esa efímera satisfacción atravez de los alimentos, para desconectarce un poco de como se sienten realmente. Pero como es tan pasajera esa sensación la sigues repitiendo hasta que empieza a afectar tu salud física.

Lo mas interesante aquí es que las emociones negativas las percibe nuestro cuerpo como una amenaza, lo que provoca a nivel fisiológico que se libere glucosa en sangre, lo que a su vez debe de suprimir la sensación de hambre.

Por esto que muchas veces mientras vivimos un episodio difícil en nuestra vida, no sentimos mucha hambre. Y de esto debemos concluir que Por comer en respuesta a nuestras emociones negativas es una conducta que aprendimos. Así es nosotros le enseñamos a nuestro cuerpo a responder de esta manera. Y debemos trabajar en cambiarlo.

Si bien no puedo presumir de ser la persona mas fitness, si puedo contarte que he trabajo en diferentes forma de afrontar mis emociones, técnicas que aprendes en terapia y te ayudan a vivir de manera mas sana lo que sientes.

Si te identificas con mi historia o te.consideras un Comedor Emocional no dudes en buscar apoyo psicológico. Te cambiara la manera de procesar tus emociones y te ayudara a recuperar tu salud. A veces no somos tan conscientes de cuanto tiene que ver nuestro peso, con nuestras emociones, pero esta íntimamente ligado y debemos encontrar un equilibro para no desbordarnos ni de forma física ni emocional.

REFERENCIAS;

Sánchez Benito JL, Pontes Torrado Y. Influencia de las emociones en la ingesta y control de peso. Nutrición hospitalaria. 2012;27(6):2148-2150.

Péneau S, Ménard E, Méjean C, Bellisle F, Hercberg S. Sex and dieting modify the association between emotional eating and weight status. The American

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Camilleri GM, Méjean C, Kesse-Guyot E, Andreeva VA, Bellisle F, Hercberg S, et al. The associations between emotional eating and consumption of energydense snack foods are modified by sex and depressive symptomatology. The Journal of Nutrition. 2014;144(8):1264-1273.