El post parto es un momento de increíble vulnerabilidad emocional. Esto por que además de sentir alegría de recibir a tu bebé. También tienes una desajuste hormonal en tu interior que va afectando tus emociones de diferentes formas.
Mi primer embarazo no fue planeado así que la verdad que al nacer mi niña mayor. Yo seguía en un especie de limbo emocional que no me permitia percatarme del todo de mis sentimientos. En especial por que la familia te abruma y te hacen creer que debes estar feliz y alegre siempre por el nacimiento de tu bebé.
Un par de meses después comencé a tener emociones depresivas. Pensamientos que me agobiaban y llegué a tener mucho resentimiento por todas las cosas que en su momento salieron de mi control y ahora me lamentaba de como sucedieron.
Cosas que me toco trabajar en su momento para no dejarme caer en depresión.
Pero en mi segundo embarazo. Al haberlo planeado puse las expectativas muy altas sobre como debían suceder las cosas y como lo viviría emocionalmente en su momento.
Y si bien gracias a Dios tuve un parto nada complicado. La batalla hormonal en mi interior empezó a hacer estrago en mis emociones. Sentia culpa de no poder prestarle la misma atención de antes a mi hija mayor. Me sentía insegura para poder establecer la lactancia materna de forma exclusiva. Tenia sentimientos de tristeza que me abrumaban.
Según American Pregnacy aproximadamente el 70-80% de todas las nuevas madres experimentan algunos sentimientos negativos o cambios de humor después del nacimiento de su hijo.
Y diversas investigaciones mundiales, afirman que la principal responsable es la
hormona CRH (corticotropina) por su ascenso durante el embarazo y su descenso brusco durante el puerperio.
En mi caso al ser psicóloga. Además vives una lucha interna por no caer en síntomas francos depresivos.
Lo que a mi me sirvió para superar mi baby blues fue:
¤ Reconocer y compartir mis emociones. El nombrarlas y hablarlas siempre hace que dejen de ser tan poderosas.
¤Darle tiempo a mi cuerpo. Yo sabía que estaban sucediendo cambios hormonales y me repetía que seria solo un proceso de adaptacion de mi organismo.
¤Negarme al miedo. Me rehuse a temerle a lo que sentía. Preferí aceptarlo y buscar formas de sentirme mejor.
¤Contacto piel y piel con mi bebé. Nada te hará liberar mas endorfinas y sentirte mejor que estar junto a tu bebé.
¤Lactancia materna. Si bien esta tiene muchos beneficios para mamá y bebé. Uno de estos es la disminución de síntomas negativos
Esto me sirvió a mi pero todos somos diferentes y lo mejor que te puedo aconsejar es no tener miedo ni vergüenza. Si te sientes triste en una situación en la que crees que deberías ser feliz como lo es la llegada de tu bebé. Busca ayuda. Pide consejo. Pide apoyo y compañía.
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