Robín Norwood es una terapeuta que se enfoca en problemas de pareja, en este post les hablare sobre su libro “Las Mujeres que Aman Demasiado”. Este libro puedo decirles desde ahorita que es uno de mis favoritos. Por qué además que tener una lectura agradable con mucho ejemplos y palabras que todos podemos entender.

En este título Norwood aborda la premisa de que existe en la relación entre nuestros problemas en la niñez y la forma que aprendimos de amar y relacionarnos. Nos dice que “hay una regla empírica que dice así: cuanto más difícil es ponerle fin a una relación que es mala para nosotros, más elementos de nuestra lucha infantil contiene.”

Si analizamos bien estas palabras son muy seguras, ya que ella a través de sus años de práctica como terapeuta, ha podido notar el patrón que existe entre las mujeres que sufren en relaciones toxicas, con como la infancia que ellas vivieron. , este es un libro que marcó un antes y después en mi vida.

Mi experiencia

Así es con este libro descubrí como el problema de alcoholismo que sufría mi padre en mi infancia había dejado en mi secuelas que no reconocía, durante un tiempo en mi niñez, mi papa después de una noche de borrachera en la mañana venia conmigo y me decía: “no lo volveré a hacer, te prometo que por ti, ya no lo hare más”. Pero lo volvía a hacer, y si bien mi madre me había enseñado que el problema de mi papá era de salud y algo que él no podía controlar, un día cuando yo estaba ya en secundaria, mi papá dejo de beber, así de un día al otro, no lo volvió a hacer más.

Y si bien estaba  muy feliz de que el no tomara más, existía en mí en rencor que yo no reconocía, tantas veces que dijo que dejaría de beber por mí, así lo prometía, que por mí lo haría y nunca paso, y ahora simplemente lo dejo y ya. Según yo no me había afectado, hasta que en la universidad estaba envuelta en una especie de relación extraña con un compañero, no éramos novios, de hecho el tenía una novia en otro estado, pero no salía mi mente de ahí, me gustaban sus atenciones pero ahora puedo reconocer que lo que más me gustaban eran sus problemas, así es, el bebía demasiado, y yo estaba convencida de que podía hacer algo para cambiarlo, que el sí dejaría de beber por mí, ya que mi padre no lo hizo.

Yo no podía ver que esto era lo que estaba pasando, que era yo queriendo resolver el alcoholismo de mi papá lo que me motivaba a una relación en la que no tenía ni siquiera el lugar que me merecía. Un día este  “amigo” llego a la puerta de mi casa, estaba borracho y quiso besarme, yo me rehusé, porque nunca lo había intentado sobrio, y ahora estaba ahí tomado, y ahí yo decidí alejarme, me di cuenta de que en el fondo no quería eso para mí, pero la verdad que dolía mucho. Y fue entonces cuando encontré este libro, y fue cunado entendí por lo que estaba pasando, comprendí que esa responsabilidad de que mi padre dejara de tomar no era mía, yo no podía hacer nada por él, incluso me di cuenta de lo injusto que fue al decirme esa clase de palabras, como mi papá no se dio cuenta todo el daño emocional que me dejo.

Aprendí como la educación, el contexto y nuestras experiencias en la infancia son lo que formulan la manera en que vemos al amor y como creemos que deben ser la relaciones. Como el hecho de que “todos tendemos a creer que el sufrimiento es una señal de verdadero amor, que el negarse a sufrir es egoísta, y que si un hombre tiene un problema, entonces una mujer debe ayudarlo a cambiar”. Así es, crecemos creyendo que para amar hay que sufrir, y la realidad es que si te hace sufrir no es amor.

Robín nos muestra a lo largo de este libro como es que el amar demasiado puede llegar a matarnos. Suena exagerado pero es real, hay mujeres que mueren victimas de esposos abusivos, mueren en accidentes por parejas que son adictos a alguna droga, y también las que mueren victimas de enfermedades lentas y degenerativas que las consumen por dentro, por la forma en la que viven y entienden el amor.

En este libro vienen tantos diferentes ejemplos que irremediablemente terminamos identificándonos con alguno,  y la mejor parte pienso yo, es cuando la autora nos da consejos para superar esto, para aprender a amar y amarnos de una forma sana, de manera constructiva y armoniosa, y no de forma dependiente y controladora.

Un mensaje que difundir.

Cuando leí este libro, de inmediato lo compartí con mis amigas, quería que todas las mujeres que conocía en ese momento lo leyeran y aun lo pienso así, sin duda es un gran título para adolescentes que apenas están formando sus relaciones, para las quienes ya viven en pareja para que aprendan a romper con sus patrones que enferman, y para quienes están en el área de consejería y terapia por que sin duda, aporta mucho.