El síndrome del príncipe destronado es como se conoce a la reacción emocional de un primogénito con la llegada de su hermano menor. El título lo coloqué en femenino ya que les hablare de mi experiencia al tener a mi segunda hija.

Es Real.

Los estudios de Dum y Kendrik demostraron cómo ante el nacimiento de un hermano el 93% de los niños se vuelven más demandantes y traviesos; más del 50% tienen conductas regresivas y un 25% sufren alteraciones del sueño.

Podríamos decir entonces que lo normal es que un niño al nacer su hermano sienta celos, principalmente sucede cuando es el primogénito, y estaba acostumbrado a tener toda la atención y demostraciones de afecto de parte de sus padres y/o cuidadores. Los celos se basan en dos pilares fundamentales: destronamiento y culpabilidad. Cuando aparecen, afectan negativamente a la autoestima del niño ya que se echa la culpa a sí mismo de que los padres no le presten tanta atención y no le quieran igual. Pero los celos son una más de las tantas conductas evolutivas normales que presenta el niño y que le sirven para adaptarse a una nueva situación producida por el nacimiento de un hermano.

Mi experiencia.

En el caso de mi familia fue muy notoria la reacción de la mayor con la llegada de la bebé, si bien tener un hermanita era algo que ella pedía todos los días. No fue nada fácil aprender a compartir la atención de la familia. En nuestro caso vivíamos en esa época mi esposo, mi hija, mi mamá y yo en la casa. Así que ella tenia a tres adultos pendiente de lo que quería y ocupaba.

Imagínense ella tenia hasta a su abuelita y ahora tenía que compartir todo.

Mi niña salía ser muy alegre y con mucha energía y entusiasmo, pero las primeras semanas de la llegada de la bebé, se puso muy llorona, me atrevo a decir que hasta eran muy dramáticas sus respuestas para cosas que antes eran cotidianas. Antes disfrutaba mucho ir al preescolar y ahora me llamaba su maestra para decirme que lloraba toda la mañana diciendo que quería estar con su mamá.

Enserio que fue algo que me impacto muchisimo y con las hormonas locas del postparto me la pasaba llorando por el tema.

Mi niña si quería a su hermanita, le hacia cariños y quería hasta ella bañarla o cambiarla. Incluso desde que nació mi niña me presiona mucho para que las vista igualitas. Pero demostró de una forma muy bien elaborada (si puedo decirlo así) lo que sentía. Ella empezó a decirnos: Yo creo que amas mas a mi hermanita que a mí. Se que es impresionante pensar en una niña de 4 años diciendo eso, pero así fue.

Lo bueno que mas que reclamo ella lo decía como pregunta y era justo ahí cuando nos daba la oportunidad de explicarle que no era así. Mi madre le dijo algo que me copié por que me pareció de lo mas acertado; le decía tu amor en mi corazón es tuyo y no se lo puedo dar a nadie mas. El amor de tu hermana es de ella. Por que el amor crece cuando la familia crece. No se divide.

Siento que eran las palabras justas que la hacían sentirse segura de nuevo. Lo mas importante que tenemos que cuidar en esos momentos es el autoestima de nuestros niños, por que cuando se sienten menos amados en respuesta ellos se amaran menos.

¿que hacer cuando esto pasa?

Nos recomienda Ricardo Recuerdo abordar la aparición de los celos como un hecho saludable, dado que el niño celoso es un niño normal. El objetivo fundamental es que el niño aprenda a compartir el amor y la atención de los padres con su hermano, pues, aunque piense que los ha perdido, tan sólo se trata de una redistribución del tiempo y la atención destinados a cada uno.

Creo que para trabajar lo celos en niños de 3 años en adelante lo mejor que podemos hacer ayudarles a entender lo que sienten, darles su espacio y tiempo especial. Enseñarle a cuidar de su hermano menor para que así vea que no solo comparte, ahora también tiene mas. Aveces se aleja al niño del bebé y esto además de celos provoca una distancia innecesaria entre hermanos.

Que nuestro hijo se sienta amado es lo que mas le ayudará a superar esta etapa. Me gustaría decir que con mis hijas ahora todo es miel sobre hojuelas, pero la verdad es que siempre hay momentos de celo. Pero ya no es un constante malestar, además que mi niña ya no dice sentirse menos amada. Y eso en nuestro caso fue la mejor señal de que estamos por buen camino.

En caso de estar pasando por esta etapa te aconsejo:

¤ Dedicarle tiempo exclusivo a cada uno de tus hijos por separado, esto para que sientan especiales y amados como individuos.

¤Habla claro con tu hijo mayor. No dudes de su capacidad para entender la situación.

¤Ayuda a tu hijo a ponerle nombre a lo que siente. Muchas veces los comportamientos agresivos se derivan de sentirse incomprendidos ya sea por ellos mismo o los demás.

¤Unifica tu familia, no los separes por su edad, pídele ayuda a tu hijo mayor, hazlo parte del equipo que son como familia.

¤Pero nunca le delegues responsabilidades a tu hijo mayor que no van con su edad.

Y sobre todo demuestren mucho el amor que se tienen. Eso siempre sera lo mejor para tus hijos

REFERENCIAS:

Recuero Gonzalo, Ricardo; Bonet de Luna, C.»Los celos infantiles».Pediatría Atención Primaria, vol. VII, núm. 27, julio-septiembre, 2005, pp. 53-61Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria

Madrid, España