Ahora que viene el día del niño hablemos de algo que les da herramientas para ser más felices y sanos emocionalmente, me refiero a cómo podemos incentivar un auto concepto sano, que les permita desarrollarse de forma adecuada y con confianza en sí mismos. Para empezar me gustaría hacer la diferencia entre auto concepto y autoestima.

El Auto concepto es

En palabras de Amar (1998) es “la estructura de esquemas mentales, que nos permite  tener un conocimiento de sí mismos, de tus destrezas y debilidades, tus logros y fracasos, tus preferencias, tus formas de actuar, y, por tanto, como una forma muy particular de representar tu realidad”  

Esto quiere decir que es la forma en la que podemos describirnos a nosotros mimos, responde necesariamente a la pregunta  ¿quién soy? En el caso de un niño es como puede describirse, si puede decir que es inteligente, capaz, veloz o torpe, tonto etc.

El Autoestima es

Es la forma en como nos valoramos, responde a que siento por mí. Por quien soy y los logros o problemas que tengo. Esta más ligada a lo emocional. Pero al igual que es auto concepto son constructos mentales, lo que quiere decir que son elaboraciones mentales que son cambiantes y reciben mucha influencia de nuestro ambiente social y familiar.

Primera infancia

Según la UNESCO la primera infancia es la etapa que va desde que el niño nace hasta que cumple ocho años, en esta etapa el ambiente familiar donde se desarrolla tiene la principal influencia sobre como se ve el niño a sí mismo, y debemos reconocer el importante factor que es el auto concepto del niño para poder desarrollar una buena auto estima.

Muchas investigaciones  resaltan la importancia de las habilidades sociales, en el desarrollo de las fortalezas mentales del niño, en la construcción de su autoestima, su autorregulación y el rendimiento académico (Lancuza, 2010).

Como ayudar a desarrollar un auto concepto sano.

El desarrollo del auto concepto depende de las experiencias, y como son estas percibidas a sea como negativos o positivos y de diversos factores tales como biológicos, psicológicos y socioculturales (Pereira, 2009).

Pero si hay algo en lo que la mayoría de los autores coinciden es que es en el ambiente familiar donde se poded las bases principales con las que el niño se relacionara con los demás  y cuanto esto influenciara en como se ve a sí mismo.

Ahora me gustaría hacerte algunas recomendaciones para el desarrollo de un buen auto concepto.

  • Evita las comparaciones.

Si bien cuando uno tiene hermanos eso puede parecer común, no existe ninguna razón para estar comparando unos con otros, es muy importante que cada niño descubra su individualidad y la aprecie, se sientan orgullosos de tener diferentes habilidades.

  • No críticas, si observaciones.

Es muy importante no hacer críticas despectivas a sus conductas, en esta etapa es muy difícil para ellos entender las críticas, así que cuando quieras resaltar algún error, no lo hagas con críticas ni burlas.

  • Evita etiquetas

Incluso las positivas, evita influenciar lo que piensa de sí mismo, muchas veces solemos decirles etiquetas que se cargan en su mente, y las llevaran consigo por el resto de sus vidas, al menos que tomen terapia.

  • Bríndale palabras agradables

Los halagos cuando son sinceros y sin exagerar les brindan palabras con las que pueden describirse, también puedes ayudarle a describir a otros de forma positiva, y así aprenderá palabras con las que se podrá describir a sí mismo.

  • Déjalo expresarse

Enseñarle el nombre de la emociones y ayudarle a nombrarlas cuando las está sintiendo, le dará herramientas para manejar la frustración y así sentirse más cómodo consigo mismo.

Lo más importante es reconocer nuestro papel, la gran responsabilidad que tenemos, y la gran influencia que deriva de nuestros trato a los niños. Un buen auto concepto no solo lo beneficia en la autoestima, sino que también le brinda mejores habilidades sociales a la hora de entrar a la escuela y empezar a convivir con más niños.

Referencias

Amar, J. (1998). El niño y su comprensión del sentido de la realidad. Barranquilla: Ediciones Uninorte.

Lancuza, A. (2010). Las habilidades sociales como recursos para el desarrollo de fortalezas en la infancia. En Psicodebate. Psicología, cultura y sociedad, 231-248. Recuperado de: http://www.palermo.edu/cienciassociales/publicaciones/pdf/ psico10/10Psico_13.pdf Pereira, E. (2009). La autoestima. Estrategias para la prevención de su déficit. En Revista Digital Transversalidad educativa, 27, 85-91. Recuperado de: http:// www.enfoqueseducativos.es/transversa