Como humanos desarrollamos diferentes técnicas, algunas innatas, para protegernos ya sea física o emocionalmente, una de las más conocidas por estorbarnos a la hora de crecer es el autosabotaje.

Así es somos propensos, algunos más que otros, a ir por ahí destruyendo de forma ¨involuntaria¨ nuestros planes para crecer o desarrollarnos y esto por una simple razón: El miedo.

El miedo al cambio genera en nosotros una reacción química hormonal que nos envía la señal de que algo debemos hacer para mantenernos dentro de nuestra zona de confort y salir del peligro que implica el crecer, y si suena medio extraño el pensar que somos capaces de ir por ahí evitando nuestro crecimiento personal, pero pongamos un  par de ejemplos sobre esto y déjeme un comentario si te identificas con alguno.

  • Tienes alguna presentación que implica que compites con compañeros a los que sabes que puedes ganarles si te preparas bien, pero justo el día enfermas de la garganta y ya tu presentación se ve mermada por tu estado de salud.
  • La persona que te gusta te habla para comentarte algo y tú tropiezas o tartamudeas.
  • Empiezas una dieta con muchas ganas el lunes pero el viernes ya andas comiendo fastfood.
  • El día del examen final de alguna materia discutes con familia o amigos de tal forma que ya no puedes concentrarte del todo en la evaluación.
  • En una entrevista de trabajo para un puesto más importante y que implica crecimiento olvidas cosas que realizas de forma cotidiana en tu trabajo actual.
  • Nos lastimamos el segundo día en el GYM.

Y así podemos seguir con muchísimos ejemplos más, de como nosotros mismos vamos afectando nuestro crecimiento y desarrollo, y esto porque no contamos con las herramientas emocionales necesaria para enfrentar el cambio, aceptarlo y crecer.

Acabando con el autosabotaje.

Para lograr parar este hábito que tenemos de ir contra nosotros mismos, debemos iniciar por aceptar que tenemos esta clase de conductas, siempre ser conscientes de que somos capaces de meternos el pie solos y así empezar a estar más alertas al respecto.

No podemos esperar que el cambio se genere de forma automática, hay que impulsarlo más cuando sabemos que somos nuestro principal obstáculo. Cualquiera diría que por esto es más sencillo el lograrlo, pero no es así, porque lo peor que nos puede pasar es que el enemigo este en nuestra mente. Así que te hablare de que se necesita para combatirlo.

Autoconcepto

Pasa mucho que las personas se critican a sí mismas en voz alta, me ha tocado oír miles de veces como alguien se autodenomina incapaz, gordo, flojo, inútil, etc. Para lograr metas debemos estar seguros de nuestras capacidades, es imposible crecer si nos creemos incapaces.

Hay muchísimas historias inspiradoras donde personas que tenían todo en contra logran sus objetivos y esto simplemente porque se sentían capaces. Si sientes que tu problema de autosabotaje tiene que ver con una imagen de ti mismo mediocre o problemas de autoestima, es muy importante trabajar esta raíz antes de presionarte no crecer, un árbol sin raíz fuerte termina sin fruto, así que mejor empieza por trabajar lo que piensas sobre ti mismo, retroalimentarte de forma positiva, acéptate y apóyate en todo lo que te propongas, tener fe en uno mismo siempre será una clave para lograr el éxito.

Disciplina

De forma errada entendemos el concepto de disciplina como algo negativo, pero la disciplina es una herramienta indispensable cuando de lograr objetivos se trata, si somos disciplinados y nos organizamos bien, seres mucho más efectivos.

En ocasiones termínanos trabajando en proyectos a último minuto y esto nos hace bajar en nuestro rendimiento. Si tenemos la disciplina de organizarnos por pequeñas tareas que vamos realizando de forma consecuente, nuestra seguridad al entregar un trabajo, exponer un proyecto, incluso a la hora de hablar en público o en persona algún tema importante se nos hará más sencillo y cómodo y esto se traduce directamente en tener más éxito.

Es mucho más efectivo  trabajar de forma constante y consistente que simplemente tener algún talento. No debemos confiarnos en nuestras fortalezas debemos trabajar nuestras debilidades para poder avanzar.

Tu Entorno

El refrán dice: dime con quién andas y te diré quien eres. Y es que así es, si bien no necesariamente somos una mimetización de nuestro entorno, debemos entender la gran influencia que este tiene sobre nosotros.

Cuando crecemos en familia con muy malos hábitos alimenticios y nos ven queriendo generar un cambio en nuestra salud, es normal recibir críticas como: comes muy poco, eso ni siquiera es comida, haces demasiado ejercicio, etc. Y no debemos dejar que esto no mueva de nuestros objetivos.

Lo mejor que podemos hacer al respecto  es informarnos muy bien, de tal forma que cuando se presente la oportunidad de que el medio quiera ejercer presión sobre ti, tú seas un agente de cambio para ellos.

Equilibrio

Lo más importante para lograr dejar de sabotearte es encontrar el equilibro, me encanta esta expresión porque pienso que es exactamente lo que la salud mental representa, un equilibrio, no se trata de ser totalmente perfectos, si no de encontrar lo que nos hace sentir bien y nos sienta mejor como individuos, siempre respetando a los demás y nuestro entorno.

Si valoramos nuestras capacidades, trabajamos nuestras debilidades y nos rodeamos del ambiente indicado no hay nada que no se pueda lograr, y así no hay nada que temer, no existiría una razón para andar por ahí evitando nuestro propio éxito.

Claro que puedes

Es muy interesante este mecanismo de defensa porque podemos auto sabotearnos de querer dejar de sabotearnos, no sé si se entendió, pero me refiero a que muchas veces tenemos miedo del cambio y crecimiento que implica el dejar de andar inventando excusas para no avanzar.

Pero lo mejor que podemos hacer por nosotros mismo es reconocer este problema y buscar una solución efectiva, en mi recomendación sería sin duda, la psicoterapia, sé que muchos tiene el estigma de que para recibir terapia hay que estar enfermo, pero no es así, para ir a terapia solo hay que tener ganas de crecer y aprender las herramientas que nos ayuden a lograr  nuestros objetivos de vida.